Explorando los vínculos entre la salud mental y cardiovascular en jóvenes con trastorno bipolar.

El trastorno bipolar es una enfermedad mental que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Sin embargo, además de los desafíos relacionados con la salud mental, los pacientes con trastorno bipolar también enfrentan un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Investigaciones recientes han revelado un nuevo predictor temprano de enfermedad cardiovascular en jóvenes que padecen esta condición, lo cual puede ayudar a explicar la “mortalidad excesiva y prematura” asociada con problemas cardíacos en este grupo de pacientes.

Un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry ha revelado que las puntuaciones más altas del índice de hiperemia reactiva, una medida de la función endotelial, están vinculadas a la gravedad del estado de ánimo en pacientes con mayores puntajes de manía. Sorprendentemente, este vínculo no se encontró en las puntuaciones de depresión. Incluso después de considerar otros factores de riesgo cardiovascular, medicamentos y obesidad, estos hallazgos persistieron.

El Dr. Benjamin Goldstein, investigador principal del estudio y profesor de psiquiatría, farmacología y clínica psicológica en la University of Toronto, enfatiza la importancia de integrar la salud vascular en la evaluación y el manejo de los jóvenes con trastorno bipolar. Además, destaca la necesidad de investigar los mecanismos biológicos compartidos que vinculan la salud vascular y los síntomas del estado de ánimo del trastorno bipolar.

El trastorno bipolar se caracteriza por una “mortalidad cardiovascular prematura y excesiva”. Aunque los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, los medicamentos psiquiátricos y el consumo de sustancias pueden explicar parcialmente esta asociación, los investigadores consideran que hay otros mecanismos en juego.

El estudio involucró a 209 jóvenes, tanto con trastorno bipolar como sin él. Los resultados mostraron diferencias significativas en el índice de hiperemia reactiva entre los diferentes grupos de trastorno bipolar y el grupo control. Además, se encontró una asociación entre el índice de hiperemia reactiva y los puntajes de manía, pero no con los puntajes de depresión.

A pesar de algunas limitaciones, los investigadores concluyen que este estudio resalta la importancia de integrar abordajes terapéuticos relacionados con el sistema cardiovascular en el trastorno bipolar. También enfatizan la necesidad de investigaciones adicionales para comprender mejor los mecanismos subyacentes de esta asociación.

El Dr. Jess G. Fiedorowicz, director del Departamento de Salud Mental del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa, destaca que las personas con trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, el cual parece adquirirse durante el curso de la enfermedad y está relacionado con la persistencia y gravedad de los síntomas del estado de ánimo. Este estudio demuestra que incluso en jóvenes se pueden observar cambios fisiológicos relevantes para el riesgo cardiovascular.

En resumen, estos nuevos hallazgos proporcionan información importante sobre la relación entre el trastorno bipolar y la enfermedad cardiovascular en jóvenes. Integrar el cuidado de la salud vascular en la evaluación y el manejo del trastorno bipolar puede ayudar a mejorar tanto la salud cardiovascular como la mental de estos pacientes. Se necesitarán más investigaciones para comprender completamente los mecanismos subyacentes y abrir nuevas oportunidades terapéuticas en este campo.

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