Un estudio publicado en la revista Nature Biomedical Engineering, confirma que investigadores del Instituto Oncológico de la Universidad Rutgers han diseñado unas “nanosondas” capaces de detectar micrometástasis, poco probables de ser encontradas con las pruebas diagnósticas que contamos actualmente.
Las micrometástasis son las culpables en muchas ocaciones de impedir una estadificación adecuada y la planificación del tratamiento, por ello, las nanosondas podrán solventar estos problemas. ¿Cómo lo harán? las sondas se anclan a las células cancerígenas, por lo que los médicos sabrán donde se localiza un tumor y donde están las células que se han desprendido del mismo.
Según los autores, “en el futuro, estas nanosondas podrán ser utilizadas en cualquier intervención quirúrgica para ‘marcar’ los tejidos que deben ser eliminados por los cirujanos. Y asimismo, las sondas también podrían ser utilizadas para evaluar la efectividad de la inmunoterapia, con la que se estimula al sistema inmune para que combata a las células cancerígenas”.
No será en más de cinco años cuando encontremos esta nueva tecnología al servicio de los pacientes.
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