Ahora todo el mundo se pasa el día lavándose las manos. Pero, ¿¿para qué?? ¿Por qué nos recomiendan no darnos las manos? ¿Por qué nos recomiendan que cuando uno tose, no taparnos con la mano sino con el codo? ¿Por qué nos inducen a usar la mano izquierda a los diestros y no la dominante?
¿Qué pasa con las manos? ¿Y no habría que hacer lo mismo con los pies, el cuello, la tripa o las piernas?
Los virus respiratorios como el COVID-19 contagian cuando las gotas que contienen dicho virus entran en el cuerpo a través de los ojos, la nariz o la garganta; y esto se produce a través de las manos, siendo la vía más frecuente de contagio de una persona a otra. Por lo tanto, hay que lavarse las manos. Pero, ¿cuándo?
En general, y como medida de higiene, deberíamos lavarnos las manos después de ir al baño, antes y después de comer, después de estar en contacto con la basura, después de tocar animales, después de cambiar a un bebe o siempre que la mano este sucia. ¡Algo que la mayoría de la gente no solemos hacer! A ver si esta pandemia nos refuerza valores higiénicos que teníamos olvidados.
Y durante esta pandemia del COVID-19, además de en las situaciones anteriormente descritas, habría que añadir: después de sonarse la nariz, toser o estornudar; después de visitar un espacio público como una iglesia, el supermercado o el metro; después de tocar superficies fuera de tu hogar como dinero, bolsas o estanterías; antes, después y mientras cuidas a una persona enferma; etcétera.
¿Y con qué nos lavamos las manos? Es eficaz tanto el agua y jabón como usar un desinfectante de manos (con al menos un 60% de alcohol). Este último suele ser más cómodo cuando no estás en casa, pero, además de ser más caro y matar al coronavirus, no mata a todos los tipos de bacterias y virus. Y si lo usamos al volver a casa, nos lavamos las manos con jabón y agua.
Da igual si el agua está caliente o fría. Pero lo que sí es importante es secarse las manos con una toalla desechable, ya que la humedad ayuda a transmitir el virus.
Eso sí. Lavarse las manos al menos 20 segundos y frotar cada parte de la mano como el dorso, los dedos, las uñas, sin olvidar un centímetro de piel.
¡A lavarse todo el rato!
Miguel Ángel Delagado – Director de MPG y BOARD en Cirugía