La tecnología se abre camino contra la mayor carga de trabajo para los médicos, la administrativa
En el entrecruce de la salud y la tecnología, como ocurre en hospitales y centros de salud, se presenta un dilema que afecta tanto a profesionales como a pacientes: la obsolescencia de los programas informáticos esenciales para la atención diaria. Ignacio Hernández Medrano, neurólogo y fundador de Savana, una plataforma de inteligencia artificial que analiza documentos clínicos, revela a Redacción Médica los desafíos asociados a esta cuestión.
Medrano opina que las Direcciones Generales de Sistemas de Información de las Comunidades Autónomas están haciendo un “esfuerzo constante” para mantener un nivel tecnológico óptimo. Aunque estos equipos carecen de toda la dotación y presupuesto deseado, Medrano subraya la heterogeneidad en el avance tecnológico, con períodos de avances seguidos de estancamientos. A pesar de esto, comprende las limitaciones financieras del sector sanitario.
El problema más significativo: la historia clínica electrónica
Los sistemas de historia clínica electrónica suponen un desafío global para los médicos. “Este es un problema mundial, no es exclusivo de España. Todos los médicos, sin importar el sistema de salud, están insatisfechos con los sistemas de historia clínica”, afirma Medrano.
“Lo que los médicos quieren es una hoja en blanco o un Word”
“La realidad clínica es única”, dice el especialista, y señala que los sistemas están diseñados por equipos que no han captado esta realidad, lo que lleva a programas que no se ajustan a las necesidades médicas.
“Hubo una encuesta interesante en la que se preguntó a los médicos qué querían para su sistema de historia clínica. Al final, después de muchas vueltas, lo que deseaban era una hoja en blanco o un Word. No querían casillas ni restricciones. El médico quiere escribir, ya que así es como funciona su mente”, recuerda.
La interoperabilidad, el obstáculo principal
Para Medrano, uno de los mayores desafíos de la obsolescencia de los programas informáticos radica en la interoperabilidad. La incapacidad de compartir datos entre departamentos, comunidades autónomas u hospitales lleva a información fragmentada y repeticiones innecesarias.
La cuestión también plantea riesgos relacionados con los teléfonos móviles. “Si los médicos tienen herramientas más poderosas en sus bolsillos que en sus equipos, buscarán atajos fuera del sistema. Esto compromete la seguridad informática, ya que se usan programas de mensajería poco seguros”.
La incomodidad del ordenador y los años de adaptación
Según Medrano, el ordenador se introdujo en las consultas con la promesa de ahorrar tiempo y aumentar la eficiencia, pero esta promesa no se ha cumplido para muchos médicos. Muchos sienten que eran más rápidos sin el ordenador. Además, la pantalla entre médico y paciente creó barreras.
“Estamos entrando en un mundo en el que podremos tener captura de voz en tiempo real en la consulta, y esto no es una promesa futura, ya está sucediendo en algunos hospitales en todo el mundo. Superaremos la incomodidad del ordenador y el paciente gracias a la inteligencia artificial”, concluye Medrano.
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