Buenos días! De post de viernes os traemos información sobre una de dolencia articular brutal…La bursitis. ¡Quédate a leer sobre ello!
La bursitis es una inflamación de las bursas, que son pequeñas bolsas llenas de líquido que se encuentran en las articulaciones. Las bursas actúan como amortiguadores entre los huesos, tendones y músculos, permitiendo un movimiento suave y sin fricción. Cuando la bursa se inflama, puede provocar dolor, hinchazón y limitación del movimiento en la articulación afectada.La bursitis puede ocurrir en cualquier articulación del cuerpo, pero es más común en los hombros, codos, caderas y rodillas. Las causas comunes de la bursitis incluyen:
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Lesiones repetitivas: el uso excesivo o la realización de la misma actividad una y otra vez pueden irritar y dañar la bursa.
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Trauma: una lesión directa en la bursa puede provocar inflamación.
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Infección: la bursa puede infectarse con bacterias, lo que provoca inflamación y dolor.
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Artritis: algunos tipos de artritis, como la artritis reumatoide y la osteoartritis, pueden provocar bursitis.
¿Cuál es la más común?
Se estima que la bursitis es una afección relativamente común, especialmente en personas que realizan actividades que implican movimientos repetitivos o que ejercen presión constante sobre una articulación. Algunos estudios sugieren que la bursitis del hombro es la forma más común de bursitis, pero también puede ocurrir en otras articulaciones como la cadera, el codo o la rodilla.
La prevalencia de la bursitis puede variar según la edad, el sexo, el estilo de vida y otros factores de riesgo individuales. Las personas mayores, las que realizan trabajos que requieren movimientos repetitivos, las que practican deportes de contacto y las que tienen problemas de articulaciones previos, como la artritis, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar bursitis.