La falta de médicos en las cárceles españolas: un problema estructural que afecta la calidad de la atención sanitaria en prisión.

El déficit de médicos en zonas rurales y en prisiones es un problema que está afectando a la sanidad en España. El número de médicos en las cárceles españolas es muy bajo y las condiciones laborales y económicas son peores que las de sus homólogos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud. José Miguel Antolín, médico de Familia en el Centro Penitenciario Ocaña I y vicepresidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), indica que el 64% de las plazas para los sanitarios penitenciarios están sin cubrir, y que los médicos son los más afectados. La falta de incentivos económicos, profesionales y de conciliación laboral, así como la necesidad de adaptar la vida laboral a la personal, son las principales preocupaciones de los médicos que trabajan en prisiones.

El problema de la falta de médicos en las cárceles es estructural y no se han tomado medidas suficientes para solucionarlo. Además, la falta de médicos en prisión conlleva un mayor nivel de estrés, desmotivación y carga de trabajo, lo que afecta negativamente a la calidad de la atención sanitaria que reciben los reclusos. Antolín insiste en que la única solución plausible para atraer médicos a la sanidad penitenciaria es equiparar la remuneración con la de sus homólogos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud.

Además de la equiparación salarial, Antolín también destaca la importancia de adaptar la vida laboral a la personal para atraer a más médicos a la sanidad penitenciaria. Las prisiones están desubicadas con respecto a los núcleos de población, lo que hace que sea difícil para los médicos que trabajan allí conciliar su vida laboral y personal. Antolín cree que poder adaptar los turnos de trabajo a las condiciones personales de los médicos puede ser un aliciente para atraer a más profesionales.

La situación actual de la sanidad penitenciaria es el mayor desafío al que se enfrentan las instituciones penitenciarias en España, según Antolín. Se está incumpliendo la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, que insta a la transferencia de la sanidad penitenciaria a las autonomías en un plazo de 18 meses. A pesar de que esta ley entró en vigor hace 20 años, la situación no ha cambiado y el problema sigue sin resolverse. Es necesario tomar medidas inmediatas y concretas para solucionar la falta de médicos en las cárceles españolas y mejorar la calidad de la atención sanitaria que reciben los reclusos.

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