Un estudio reciente lo pone de relieve, asegurando que la Generación Z es más propensa a hablar de temas como adicciones

La salud mental se ha convertido en un área de preocupación creciente en la sociedad actual, y la Generación Z, también conocida como los “Centennials”, no es una excepción. Un informe reciente de la consultora Oliver Wyman revela datos sorprendentes sobre la relación de esta generación con la salud mental y la tecnología sanitaria.

De acuerdo con el informe, el 50% de los jóvenes de la Generación Z admiten recibir tratamiento por problemas de salud mental como ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático y trastorno obsesivo-compulsivo. Además, el 24% de ellos busca tratamiento en línea, destacando la creciente aceptación y utilidad de la terapia digital.

A pesar de su proactividad hacia la salud, el informe también revela que la Generación Z reporta sentirse peor que las generaciones anteriores. Las altas expectativas que se imponen a sí mismos y la presión que enfrentan podrían ser factores contribuyentes a estos problemas de salud mental.

Sin embargo, la Generación Z también se destaca por romper barreras en la conversación sobre salud mental. A diferencia de generaciones anteriores, están más dispuestos a hablar abiertamente sobre sus problemas y buscar soluciones, tanto convencionales como alternativas. Valorando soluciones basadas en datos, buscan un sentido de control en su historia de salud.

El informe destaca que esta generación es 1,9 veces más propensa a sufrir problemas de salud mental que otras generaciones. Esto podría deberse a la combinación de sus altas expectativas y la presión que se imponen para ser activos en temas sociales y de inclusión.

La Generación Z también ha demostrado ser abierta y progresista en otros aspectos. El informe señala que son más propensos a hablar abiertamente sobre temas considerados tabú, como la salud femenina y las adicciones. Rompen con las normas establecidas y participan en conversaciones que antes se consideraban incómodas.

Sin embargo, la pandemia ha impactado significativamente el bienestar de esta generación, lo que hace que la salud mental sea uno de sus mayores desafíos. El 42% ha lidiado con problemas de ansiedad y el 39% ha experimentado episodios de depresión en los últimos dos años.

Además, esta generación presenta un perfil de paciente digital, involucrado y consciente. Valoran las tecnologías que les permiten medir y seguir su salud, y están dispuestos a compartir sus datos con aseguradoras y profesionales de la salud. Su disposición a utilizar la tecnología también se extiende a la terapia en línea, con un 24% que ya ha utilizado estos servicios.

La Generación Z está desafiando las normas y moldes tradicionales en la atención médica. Los proveedores de atención deben adaptarse a sus expectativas digitales y aprovechar la tecnología para brindar experiencias cómodas y accesibles. La salud mental y la tecnología están en el centro de esta nueva era de atención médica, y la Generación Z está liderando el camino hacia un enfoque más inclusivo y orientado a datos en la atención de la salud.

 

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