En épocas de crisis suele aumentar el consumo de bebidas alcohólicas.
Esta semana se ha publicado en BMJ un artículo que reflejaba que las ventas de alcohol habían subido en el Reino Unido un 67%, mientras las ventas globales de supermercados habían aumentado un 43%. Y se señalaba que si no se controlaba esta situación íbamos a ver el aumento del daño por alcohol durante toda una generación.
Una generación………. sí una generación entera
¿Pero porque se produce esto?
Por un lado, durante un tiempo cundió un bulo de que el alcohol protegía contra el coronavirus, pero es que es, al contrario, ya que el abuso de las bebidas alcohólicas revierte en un riesgo mayor de contraer enfermedades infecciosas, al afectar a todos los componentes del sistema inmunitario, reducir las funciones de los linfocitos B, comprometer la cantidad de linfocitos T, siendo además un factor de riesgo potencial para la neumonía.
Por otro lado, hay muchos mitos sobre el alcohol, la mayoría de las cuales son mentira:
En épocas de estrés la gente busca alivio, y una manera puede ser el alcohol, pero este, aunque en un primer momento puede generar un estado más placentero luego altera el sueño y limita el poder afrontar los problemas de manera adecuada. Otro mito es que el alcohol da energía y nos activa pero lo que hace es deprimir el sistema nervioso central y nos limita la capacidad de autocontrol entre otros.
¿Y cómo sabemos si hemos bebido más de la cuenta? ¿cuáles son los limites? Pues lo que nos debemos pasar es 5 UBE cada día los hombres y las mujeres 2 UBE, sabiendo que 1 UBE son 10 gr de alcohol es decir una copa de vino o cerveza, ¿y una copa ?? suelen ser dos UBE.
Hay que tener en cuenta que el efecto bar, “personas que solían ir al bar prácticamente todos los días a tomar una cerveza como un hábito social”, en estos meses de confinamiento ha servido para caer en la cuenta de que el consumo era bastante más elevado del que creían.
En Inglaterra muchas personas reaccionaron al cierre de pubs abasteciéndose de bebidas para beber en casa de forma aislada, aumentando las ventas en supermercados de forma llamativa. En Inglaterra el Alcohol Health Alliance había comenzado antes de la pandemia un estudio sobre los efectos del alcohol en familias, constatando durante la misma que el covid-19 tiene el potencial de ser un ejemplo de nuestra relación ambivalente con el alcohol y sus consecuencias, habiendo dos grupos claramente diferenciados los que ya necesitaban de las ayudas de estas organizaciones y de aquellos en que la dependencia del alcohol se ha agravado por el duelo, la inseguridad laboral o las relaciones problemáticas.
¿Y en España?
Las asociaciones nacionales no han confirmado más llamadas, aunque si la Asociación Libre de Alcohol de Jaén.
Otro de los problemas detectado en Inglaterra fue que durante la pandemia había aumentado las llamadas a las organizaciones contra el abuso doméstico, encontrando que entre el 25 y el 50% de los agresores habían estado bebiendo en el momento de la agresión. La revisión del Home Office en 2016 mostró que el alcohol estaba involucrado en casi la mitad de los homicidios domésticos.
Se estima que el alcohol cuesta al NHS (sistema ingles sanitario) más de 4.000 millones de euros y a la economía en general al menos 21.000 millones de euros al año.
Y en España todavía no hay datos, pero esto va a ser otro de los problemas que habrá que tener en cuenta en la reconstrucción
Miguel Ángel Delgado – Director de MPG y BOARD en Cirugía