La pregunta más realizada en esta crisis es, ¿debemos o no ponernos mascarillas?
Vemos la televisión y mucha gente lleva mascarillas. Vemos las fotos de China y allí todo el mundo lleva mascarillas. Pero en Estados Unidos no tanto. Vemos a los responsables políticos hablar por televisión, que debían dar la pauta en sus comportamientos, y la mayoría no la llevan.
¿Qué es una mascarilla? Según la Real Academia de Medicina una mascarilla es una “máscara que solo cubre el rostro desde la frente hasta el labio superior” y “máscara que cubre la boca y la nariz para proteger al que respira, o a quien está en su proximidad, de posibles agentes patógenos o tóxicos”.
Las mascarillas más frecuentes, las que usamos los cirujanos, son las “quirúrgicas” y se utilizan en cirugías, al realizar endoscopias o durante una autopsia. Pueden ser planas o plisadas, algunas incluso tienen forma de taza, y se atan a la cabeza con cintas o con gomas. Estas mascarillas hacen de barrera para evitar la emisión de partículas respiratorias de dentro a fuera y, por ello, previene la transmisión de la persona que lo lleva hacia otras personas, pero no son efectivas para protegerse a uno mismo.
Luego, hay mascarillas “filtrante” que contienen un filtro de micropartículas gracias al cual pueden proteger de fuera hacia dentro y, por tanto, protegen al usuario. Estas mascarillas se clasifican en base a su rendimiento en diferentes niveles: las FFP1 cuentan con un porcentaje máximo de fuga hacia el interior del 22%, las FFP2 tienen un porcentaje máximo de fuga hacia el interior 8% y las FFP3 con un porcentaje máximo de fuga hacia el interior 2%. Estas son las únicas que sirven para evitar la transmisión de virus, bacterias y esporas de hongos. En general, las mascarillas auto filtrantes deben ser desechadas tras su utilización, pero si esto no es posible, habrá que mantenerlas en buenas condiciones higiénicas para su reutilización.
Y qué dicen las autoridades al respecto: “Con el fin de evitar contagios, los casos posibles, probables o confirmados deben llevar mascarillas quirúrgicas, pero nunca una mascarilla auto filtrante con válvula de exhalación, ya que se favorecería, en su caso, la difusión del virus. Para el personal que pueda estar en contacto a menos de 2 metros con casos en investigación o confirmados, se debería usar una mascarilla auto filtrante tipo FFP2.”
La pregunta es, ¿qué pasa con los trabajadores expuestos a personas que no se sabe si son casos posibles, probables o confirmados? Me refiero a personal que no entra en contacto directo con enfermos de un hospital o centro de salud (personal administrativo, de farmacia o cirujanos), el personal de supermercados, policías, guardias civiles, pilotos, conductores o personal de gasolineras.
Lo ideal sería ofrecer mascarillas FFP2 para ese personal expuesto o, si no se disponen, usar dos mascarillas, una de ellas dada la vuelta.
Miguel Ángel Delagado – Director de MPG y BOARD en Cirugía
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