El pasado 19 de octubre se celebró el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, una enfermedad que en los últimos años ha sufrido un crecimiento del 30% en los casos diagnosticados según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). El cáncer de pecho hoy en día es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales, aunque, también hay que señalar, que el dato positivo lo establece el 90% de mujeres que sobreviven a la enfermedad 5 años después de su diagnóstico.
Aunque el cáncer de pecho es uno de los pilares que dan visibilidad a esta terrible enfermedad, no hay que olvidar que no es el único tipo que afecta a la población, ya que cada año se diagnostican en España más de 228.000 nuevos casos de diferentes tipos de cáncer según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Los datos de 2017 indican que:
- El cáncer más frecuente diagnosticado fue el colorrectal (15%) en ambos sexos, seguido del de próstata (13%), pulmón (12%) y mama (11%).
- Un 47% de la población española falleció a causa de algún tumor, siendo la primera causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres.
- El cáncer de pulmón y el colorrectal los que más muertes causan.
- Haciendo referencia al género, el cáncer de próstata (22%) es el que más afecta a los hombres y el de mama (29%) a las mujeres.
A pesar de que la enfermedad vaya en aumento, muy al contrario de lo que sucede con otras enfermedades que han ido remitiendo en países desarrollados en los que la Sanidad ha avanzado de manera exacerbada, es cierto que la mortalidad se va reduciendo poco a poco y la supervivencia se sitúa en el 53 por ciento a los cinco años del diagnóstico.
Los avances médicos, tanto en los diversos tratamientos con nuevos medicamentos como en la tecnología sanitaria y las técnicas de detección precoz, permiten un diagnóstico cada vez más prematuro de los diversos tumores que existen. La formación en todas las nuevas técnicas, procesos y tratamientos es clave para la correcta recuperación de los pacientes.
La labor del personal sanitario especializado en oncología es vital para que tanto pacientes como familiares se sientan seguros. En este sentido, para el personal de enfermería, quienes acompañan a los afectados en todo el proceso de la enfermedad y en los que se apoyan, es fundamental cubrir la necesidad de actualización continua por medio de la formación.
Es por ello que en MPG impartimos el Máster en Enfermería Oncológica, una formación específica en enfermería y de práctica avanzada en la que los alumnos aprenden cómo aplicar los cuidados de enfermería específicos de cada tumor, conocen las peculiaridades de los distintos tratamientos del cáncer o aprenden a identificar y manejar la administración y las toxicidades del tratamiento quimioterápico.
Conocer los nuevos tratamientos para luchar contra una enfermedad que cada año destruye a miles de personas es fundamental para el personal oncológico, pero la prevención por medio de hábitos de vida saludables sigue siendo la clave para conseguir que esta terrible enfermedad deje de ser una lacra para la sociedad.