Los decanos apuestan por elevar el 10% que cuenta respecto al examen de FSE y con la esperanza del nuevo Ministerio
En el ámbito de la educación médica en España, los cambios propuestos en la evaluación del examen MIR (Médico Interno Residente) han generado un intenso debate entre los decanos de las Facultades de Medicina y el Ministerio de Sanidad. Aunque la normativa actual parece congelada, los líderes académicos no han dejado de pelear por modificar un sistema que consideran desproporcionado y que, a su juicio, necesita ajustes para garantizar una mayor equidad.
El presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades Españolas de Medicina (CNDFM), Pablo Lara, destaca que la reciente aprobación del real decreto que regula los títulos de especialista de Ciencias de la Salud y las normas de acceso a plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) ha limitado la posibilidad de cambios inmediatos. Sin embargo, este obstáculo no ha disuadido a los decanos de seguir abogando por una revisión del sistema.
La propuesta central de los decanos es aumentar el peso del expediente académico en la calificación final del examen MIR. Según Lara, esto garantizaría una evaluación más justa, teniendo en cuenta el rendimiento de los estudiantes a lo largo de los seis años de la carrera de Medicina. La idea es que la nota del MIR se ponderaría en relación con la media del expediente académico de cada universidad, lo que, según los defensores de esta propuesta, introduciría un elemento de equidad en el proceso de selección.
Sin embargo, esta sugerencia ha generado desacuerdo, especialmente por parte del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), que teme que aumentar el peso del expediente académico pueda crear desigualdades entre estudiantes de universidades públicas y privadas. A pesar de este desacuerdo, los decanos sostienen que es crucial reconocer la importancia de los seis años de estudio y proponen ajustar la ponderación del MIR en relación con la media del expediente académico de cada facultad.
Los datos sobre los expedientes de los aspirantes al examen MIR 2024 revelan que solo el 2 por ciento cuenta con calificaciones sobresalientes, mientras que el 68 por ciento se encuentra en la categoría de notables. Esta disparidad refuerza la idea de los decanos de que el examen MIR, con su formato predominantemente de opción múltiple, no debería tener un peso tan abrumador del 90 por ciento en la evaluación final.
Una encuesta realizada a usuarios sobre la propuesta de cambio en la valoración del examen MIR muestra un interés significativo en la modificación del sistema. Aunque el 48 por ciento de los participantes afirmó no querer cambiar la forma actual de evaluación, el 30 por ciento abogó por otorgar más peso a la carrera de Medicina en la calificación final del MIR.
La llegada de una nueva ministra de Sanidad abre una ventana de oportunidad para que los decanos continúen insistiendo en sus propuestas. La equidad en el proceso de selección de médicos residentes es un objetivo compartido, y la negociación entre las partes podría ser la clave para lograr un sistema más justo y representativo de las habilidades y conocimientos adquiridos durante la formación médica. La discusión está abierta, y el futuro del examen MIR podría estar en juego.
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