La Universidad Complutense de Madrid ha retrasado el comienzo del nuevo curso en Enfermería, Fisioterapia y Podología

La Universidad Complutense de Madrid se encuentra en medio de una crisis académica. La suspensión del inicio del curso de Enfermería ha encendido las alarmas en el campus. Desde el decanato de Medicina, se ha emitido una advertencia sobre la masificación de estudiantes que afecta a varias carreras, incluyendo Terapia Ocupacional y Nutrición Humana y Dietética. A pesar de que las clases de Medicina comenzaron según lo programado, la situación se ha vuelto insostenible y se describe como una “tormenta perfecta” que podría explotar en cualquier momento.

Según el decano de la Facultad de Medicina, Javier Arias, el aumento significativo de la matrícula en estas carreras ha creado un déficit de espacios, personal docente y recursos. En el primer año de Medicina, el número de alumnos aumentó de 295 a 334, un aumento planeado en respuesta a la solicitud del Ministerio de Educación. Además, en Nutrición se ha experimentado un aumento del 25%, y en Terapia Ocupacional, un asombroso 40%.

El decano destaca los esfuerzos por ayudar a la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología, cediendo aulas, pero señala que no pueden hacer mucho más debido a sus propios problemas de espacio. Los estudiantes de estas tres carreras han visto cómo se suspendía el inicio del curso debido a la alta matrícula, y aún no se ha anunciado una fecha para el reinicio de las clases.

El aumento de matrícula, junto con la incertidumbre en las desmatriculaciones, ha creado un ambiente tenso. Las universidades siempre deben admitir a más estudiantes de los que realmente necesitan, ya que las prescripciones gratuitas en varios centros pueden llevar a que, en el último momento, los estudiantes elijan una universidad sobre las demás.

Desde la universidad, se ha explicado que este año hubo un “comportamiento inesperado” en la preinscripción y matrícula en las carreras de Fisioterapia, Podología y Enfermería. En lugar de la disminución habitual de estudiantes antes del inicio del curso, se experimentó un aumento en la matriculación. Esto ha llevado a la necesidad de organizar adecuadamente los espacios y recursos.

La masificación de estudiantes en programas sanitarios plantea problemas adicionales en la garantía de una enseñanza de calidad debido a la falta de recursos. Las prácticas, tanto en aulas como en hospitales, se vuelven difíciles de gestionar. Además, la moratoria en la Seguridad Social para las prácticas en hospitales ha generado preocupaciones adicionales, ya que las entidades temen la gestión de las altas y bajas de estudiantes que rotan por múltiples lugares.

El decano también destaca los problemas de espacio en un edificio histórico donde las reformas son limitadas. La Facultad de Medicina comparte espacio con el centro de donación de cadáveres, el vicerrectorado de investigación y museos, lo que agrava la falta de aulas y laboratorios de prácticas.

La situación en la Universidad Complutense de Madrid refleja los desafíos significativos que enfrenta la educación superior en España, particularmente en carreras sanitarias, y plantea preguntas importantes sobre cómo garantizar una enseñanza de calidad en medio de una matrícula en constante aumento.

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